Tomado de "Historias curiosas de la medicina"
de Jose Ignacio de Arana.
"Entre las divinidades relacionadas con la medicina figura en primerísimo lugar Apolo,
inventor del arte de curar y médico de los dioses; de ahí que sea también el primero a
quien se invoca en el juramento.
Artemisa, que dio su nombre a una planta medicinal, protectora de mujeres
y niños pero asimismo diosa de la muerte.
Palas Atenea, diosa tutelar de la ciudad de Atenas y de sus habitantes, a
la que se encomendaba todo buen ateniense antes de iniciar cualquier actividad. Y el
centauro Quirón, procedente del mundo subterráneo, creador de los
medicamentos y maestro de muchos médicos griegos, así como de los héroes de sus
epopeyas.
De los personajes humanos o, mejor dicho, semihombres o semidioses, el de más importancia
es Asclepio, a quien los romanos latinizaron como Esculapio que quizá
nos es más familiar. Homero cita en la Ilíada a un rey de Tesalia llamado Asclepio,
cuyos dos hijos, Macaón y Podaliro, son los héroes
médicos que acompañan al ejército aqueo durante su asedio a Troya. Pero quizá Homero
otorgó ese nombre a su personaje para ponerlo en relación con el Asclepio mitológico.
Como no podía ser menos, el relato del nacimiento de Asclepio está plagado de dioses
actuando bajo el efecto de las más elementales pasiones humanas. La mortal Coronis,
mujer bellísima, está un día bañándose desnuda en un lago cuando el dios Apolo, que
siempre andaba al acecho, como su padre Zeus, de señoras estupendas que se quitasen la
ropa, se enamora perdidamente de ella y, sobre la marcha, la deja embarazada.
Pero el padre de Coronis, que ignora lo sucedido, tiene a su hija destinada en matrimonio
con un pariente. Coronis acepta el designio de su padre y se casa con el pariente,
poniéndole, pues, los cuernos al dios.
El cuervo, que era el animal que informaba a Apolo de las cosas de la
tierra, y que entonces tenía el plumaje blanco, vuela a contarle a su jefe el engaño de
la amada.
El iracundo Apolo maldice al cuervo, que se torna negro para toda la eternidad; luego mata
al pariente de Coronis.
Ya metidos en danza vengadora, Artemisa, hermana de Apolo, mata a
flechazos a Coronis y, de paso, a varias amigas que están en ese momento jugando con
ella.
Los familiares de Coronis, apesadumbrados por la que les ha caído encima, colocan el
cuerpo de la joven sobre la pira funeraria y entonces vuelve a aparecer Apolo, quien
extrae del cuerpo muerto a su hijo no nacido, al que pondrá por nombre Asclepio.
Preocupado por el futuro de la criatura, su divino padre le pone al cuidado del centauro Quirón
y éste le enseña el arte de curar. Mucho después, ya médico famoso en toda la Hélade,
Asclepio no mide su auténtico poder y pretende resucitar a los muertos.
El abuelo Zeus, que tenía bastante mal carácter, decide que hasta ahí
podíamos llegar y fulmina a Asclepio con un rayo.
A partir de entonces los hombres ascendieron al médico a la categoría de dios olímpico.
Esculapio tuvo dos hijas: Higiea, cuyo nombre perdura en la palabra higiene,
y Panacea, que ha significado desde entonces la milagrosa medicina capaz
de curar todos los males.
Por último, el culto al divino Esculapio se extendió con rapidez por toda Grecia y hasta
por las naciones limítrofes y comenzaron a erigirse templos en su honor. La figura del
dios se representa siempre llevando en la mano el caduceo, un bastón con una serpiente
enrollada en su torno, que ha pasado a ser el símbolo universal de la medicina y de los
médicos."
Rocío y Vanesa
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