jueves, 6 de junio de 2013


Sirenas. Mitología Griega

Las sirenas (en griego antiguo Σειρήν Seirến, ‘encadenado’, seguramente inspirado en el sánscrito Kimera, ‘quimera’) son seres fabulosos, originarios de la mitología griega y ampliamente extendidos en las narraciones fantásticas de la literatura occidental, cuya función y representación han variado con el tiempo.
Aunque en su forma original eran seres híbridos de mujer y ave, posteriormente la representación más común las describe como mujeres jóvenes con cola de pez. Es por ello que en muchas lenguas no latinas distinguen la sirena original clásica (inglés siren, alemán Sirene) de la sirena con cola de pez (inglés mermaid, alemán Meerjungfrau).

En la mitología griega, las sirenas son una clase difusa que comprende varios seres que se distinguen por una voz musical y prodigiosamente atractiva; las representaciones artísticas más antiguas, que las muestran como aves con rostro o torso femenino, se deben probablemente a la asociación de las aves con el canto, así como al frecuente uso iconográfico de los seres alados para representar a los espíritus de los muertos. Muchas de las huellas gráficas más tempranas de las sirenas están en monumentos y ofrendas funerarias.
En época preclásica comenzaron ya a identificarse con náyades, y su canción a describirse como un atractivo irresistible que llevaba a la perdición a los marinos. Distintos relatos las hacen descender de los dioses fluviales Aqueloo o Forcis, sea sin intervención femenina o de las musas Estérope, Melpómene o Terpsícore, relacionadas con el canto y con el baile. Su número es también impreciso, contándose entre dos y cinco; los nombres registrados incluyen Agláope, Telxiepia o Telxínoe, Pisínoe, Parténope, Ligeia (empleado luego por Edgar Allan Poe para el célebre cuento homónimo sobre una mujer de mortal belleza), Leucosia, Molpe, Radne y Teles.

Publicado por Miriam Rodríguez e Isabel María Blanque

Animales extraños y especies desconocidas para la Zoología


Desde hace varias décadas se ha reportado la existencia de seres vivos desconocidos y especies extrañas que escapan a una clasificación zoológica en distintas partes del mundo. Las más populares son Piegrande en los EEUU, el Chupacabras en México y otras zonas de América Latina y el Monstruo del lago Ness en Escocia, por nombrar algunas entre otras tantas. A pesar de que miles de personas en todos estos lugares han hecho denuncias, presentado fotografías y filmaciones de semejantes criaturas, e incluso existe una pseudociencia que busca estas especies como la Criptozoología, todas ellas son sumamente cuestionables. Por ello, la comunidad científica jamás ha podido descifrar con certeza de qué se trata este fenómeno. Quizás se trate de paranoia o de histeria generalizada, quizá sea el afán por llamar la atención, estrategias económicas o quizá hasta de mutaciones genéticas en algunas especies, pero lo cierto es que nada explica concretamente qué es lo que lleva a tantas personas, en tantas partes del mundo, a querer asegurar hasta el cansancio la existencia de tales seres y la ciencia aún no ha podido determinar por qué.

Vanesa y Rocío

viernes, 31 de mayo de 2013

misterios y curiosidades

En este vídeo que os mandamos aparecen misterios y curiosidades desconocidos para muchas personas.


Vanesa y Rocío

jueves, 30 de mayo de 2013

Leyendas Griegas:Medusa

Había una vez un monstruo con figura de mujer, llamado Medusa. Que vivía en lo alto de una roca, junto al mar. Sus cabellos eran serpientes vivas, y todos aquellos que la miraban quedaba convertidos en piedra. Muchos habían intentado matarla, y muchos habían perecido en el intento. Habían tantas estatuas de piedra alrededor del peñasco donde vivía la medusa… Un joven llamado Perseo decidió acabar con ella. Sus amigos querían disuadirlo.
- Ya saber lo que ha pasado con todos los que quisieron luchar contra ella le decían.
Pero él contestaba:
- Yo tengo mis planes.
Perseo subió hasta la roca, y cuando apareció el horrible monstruo, en vez de mirarlo y empujar la espada, sacó un espejo. La Medusa al verse en él, quedó convertida inmediatamente en estatua de piedra. Desde entonces los marineros contaban la hazaña de Perseo cada vez que sus naves pasaba junto a la roca de la Medusa.


Publicado por Miriam Rodríguez e Isabel Mª Blanque.

Libertad para el prisionero

1- El comisario de una cárcel informa que dejara salir de la prisión a una persona al azar para celebrar que hace 25 años que es comisario.
Eligen a un hombre y le dicen que quedara libre si saca de dentro de una caja una bola blanca, habiendo dentro 9 bolas negras y solo 1 blanca.
El prisionero se entera por un aviso de sus compañeros que el comisario pondrá todas las bolas de color negro, al día siguiente le hace el juego, y el prisionero sale en libertad.
¿Cómo ha conseguido salir de la cárcel si todas las bolas eran negras? 

Ana Belén Amor Garcia.

El lado oscuro de la Luna

Falso, la Luna no tiene un lado oscuro. Toda la superficie de la Luna es iluminada por el Sol. Una parte en particular de su superficie es iluminada aproximadamente la mitad del tiempo, así como sucede con la Tierra.

Sin embargo, este mito probablemente se refiere al lado más lejano de la Luna respecto a nuestra posición, que es el lado que no podemos ver. Se piensa que es la mitad de la superficie de la Luna (una “cara” completa), cuando esto tampoco es así. Bajo ciertas condiciones, podemos ver hasta el 59% de la Luna desde la Tierra.

Se piensa colocar en el futuro telescopios similares al de Arecibo en los cráteres pequeños del lado más lejano de la Luna, pues ofrece un escudo perfecto contra las radiaciones electromagnéticas provenientes de las comunicaciones por radio de la Tierra.
Vanesa y Rocío

viernes, 24 de mayo de 2013

¿Porqué los lobos aullan a la Luna?




Cuenta la leyenda, que una noche ancestral, la Luna bajó a la tierra y se quedó enredada entre las ramas de un árbol. En ese momento apareció un lobo y la empezó a acariciar con su hocico y jugaron toda la noche, hasta que ella volvió al cielo y el lobo al bosque, y esta, le robó la sombra al cánido para recordarle para siempre y él desde entonces, le aúlla en las noches de luna llena para pedirle que se la devuelva…

Partimos de la base de que el aullido del lobo, al igual que el de muchos cánidos, es una forma de comunicación más, utilizada para alertarse unos a otros, en la época del celo, para marcar territorios, arropar a sus crías… Las noches de luna llena no tienen nada que ver con un incremento en los aullidos, aunque, como es verdad, en las noches despejadas de luna llena, la actividad siempre es mayor posibilitada por el aumento sustancial de la luminosidad de la noche.


Publicada por: Miriam Rodrígez e Isabel María Blanque

Malismo





Son una clase de duendes trogloditas caracterizados por su naturaleza vil, pues son diestros en encantos y hechicerías dañinas. Babeantes, feos con avaricia. De aspecto feroz, llenos de pelos que le cubren todo el cuerpo en largas y grasientas guedejas, segunda piel que arrastran.
Moran en tenebrosas cuevas y antros preñados de tinieblas, junto a murciélagos y demás criaturas nocturnas. Algunos de ellos son los encargados de guardar los tesoros y riquezas que hay bajo tierra. Curiosamente nadie los ha visto, nunca acuden a la superficie, la luz les ofende y consume. Los más peligrosos de todos los duendes. Peores que el "Pernales". Quiere la tradición que alguno de ellos velan el cumplimiento de la maldición condenatoria de la "Encantá" sanjuanera.

Vanesa y Rocío

jueves, 23 de mayo de 2013

Minotauro


minotauro

Existen varias versiones acerca de la afrenta que ocasionó que la esposa de Minos, Pasífae, tuviera la necesidad de unirse al toro de Creta. La versión más extendida dice que Minos, hijo de Zeus y de Europa, pidió a Poseidón apoyo para suceder al rey Asterión de Creta frente a sus hermanos Radamantis y Sarpedón y ser reconocido como tal por los cretenses. Poseidón lo escuchó e hizo salir de los mares un hermoso toro blanco, al cual Minos prometió sacrificar en su nombre.Sin embargo, al quedar Minos maravillado por las cualidades del hermoso toro blanco, lo ocultó entre su rebaño y sacrificó a otro toro en su lugar esperando que el dios del océano no se diera cuenta del cambio. Al saber esto Poseidón, se llenó de ira, y para vengarse, inspiró en Pasífae un deseo tan insólito como incontenible por el hermoso toro que Minos guardó para sí. Otras historias cuentan que, o cada año Minos daba el mejor de sus toros en sacrifico a Poseidón, y que en cierto año hizo una excepción al impresionarse de las cualidades de su toro por lo que Poseidón igual se enfadó, o bien se narra que el toro blanco fue enviado por Afrodita para vengarse de Helios, padre de Pasífae, por descubrirla amante de Ares. Otra fuente afirma que fue Zeus quien regaló a su hijo Minos un bellísimo toro blanco para ser sacrificado en honor a Poseidón
Asterión el Minotauro (del griego Μινόταυρος, Minótauros), era un monstruo con cuerpo de hombre y cabeza de toro. El mito tiene su versión más completa en la biblioteca mitológica de Apolodoro. Su nombre significa "Toro de Minos", y fue concebido de la unión entre Pasífae y un magnífico toro con motivo de una afrenta divina. Fue encerrado en un laberinto diseñado por el artífice Dédalo, hecho expresamente para retenerlo. ubicado probablemente en la ciudad de Cnosos en la isla de Creta. Por muchos años, hombres y mujeres eran llevados al laberinto como sacrificio para ser el alimento de la bestia hasta que la vida de ésta terminó en manos del héroe Teseo.

Ana Belén Amor Garcia

viernes, 17 de mayo de 2013

La leyenda del Pueblo de Monsanto

La leyenda del Pueblo de Monsanto

Esta es una leyenda de la tradición religiosa popular. Y cuenta la historia de Ricarda, una mujer con un temperamento horrible. Se liaba con las vecinas y fácilmente insultaba. Todo el mundo se aleja de ella, de su familia y amigos, que no había nadie que la soportase. La única persona que la veía con alguna bondad, era un hombre santo que nadie sabía de donde haba venido y que vivía en una cueva hecha en una roca. Nadie sabía su nombre pero el decía que amaba a Dios y a todo lo que en la naturaleza exista, lo conocían como Amador. Como era un sabio de gran bondad, mucha gente lo visitaba a pedirle consejos o a conversar con el. Como forma de pago, reciba agua fresca, pan y de excepcionalmente fruta. Ricarda también lo visitaba, pero sin cambiar su actitud. Se quejaba de todo el mundo, en resumen estaba siempre mal con la vida. Tanto hizo, tantos enemigos tenía que un día tuvo que irse lejos. Cuando regresó le dio un niño pequeño, pero la misma rabia en el corazón. Como era de esperarse, el niño que recibí con bondad fue Amador, su interés por el niño y le pedí que lo dejara bautizar, pero Ricarda respondió mal como de costumbre. Rogaba plagas también contra el niño que era llorón y que en vez de amigos más rápido se conseguiría diablos que se lo llevasen para el infierno. Al decir estas palabras se levanté un vendaval, el sol desapareció por detrás de una nube roja al tiempo que se oían siniestras carcajadas. Un bando de demonios se llevó al niño y al mismo tiempo de abrir el suelo y se "tragó" a Ricarda. Amador rezó con tal fe por el niño que los demonios lo botaron encima de una roca sin ningún golpe. El bondadoso hombre cogió al niño y lo trato, contando con la ayuda de un venado (hembra) que parecía para darle leche al niño cuando tena hambre. Muchos se ofrecían para ayudarlo, pero Amador decía que mientras apareciese el venado para darle leche al niño, no necesitaba de más de ayuda. Y el venado nunca faltó y el niño fue creciendo junto a su amigo de quien se afeccionó. Ambos ganaron la fama de santos y junto a la ruta donde vivan se construyó una capilla que hoy en da se llama Ermida de So Pedro de Vir-a-Cora.

Afrodita

 Afrodita es la diosa del amor y la belleza, y seidentifica en Roma con la antigua divinidad itálica Venus. Según unatradición es hija de Urano y según otra de Zeus y Dione.

En el caso de la primera historia, elnacimiento ocurre en el momento que Cronos (dios del tiempo) corta losgenitales de su padre Urano y los lanza al mar, de donde surgeAfrodita. De ahí que se le conozca como "la diosa nacida de las olas" o"nacida del semen de dios".
Una vez que salió del mar, Afrodita fue llevadapor los vientos Céfiros, primero a Citera y luego a Chipre, donde lasHoras la vistieron y la guiaron a la morada de los
Inmortales.Posteriormente, Platón imaginó que había una Afrodita Urania, la diosadel amor puro e hija de Urano; y Afrodita Pandemo, hija de Dione ydiosa del amor vulgar.
Afrodita es partícipe de un sinnúmero de leyendas.Primero, se casó con Efesto (el divino cojo y dios del Fuego), peroestaba enamorada de Ares (dios de la Guerra).
Cuenta Homero (escritor de La Odisea y LaIliada) que mientras los enamorados se entregaban a la pasión en unamadrugada, en el lecho de Afrodita, Efesto celoso les había puesto unatrampa, pues el Sol le había contado que su amada le estaba siendoinfiel.
Cuando los amantes se dieron cuenta ya estabanatrapados en una red mágica que tenía el esposo de la bella diosa, yéste fue a llamar a todos los dioses para que fueran testigos delengaño. Todos se burlaron del asunto, pero Poseidón (dios del Mar)pidió clemencia y por eso Afrodita y Ares fueron liberados.
La diosa avergonzada huyó a Chipre, mientrasque Ares se fue a Tracia. Sin embargo, sus amores tuvieron fruto y detal unión nacieron Eros (dios del amor) y Anteros, Deimo y Fobos (elTerror y el Temor) y Harmonía. A veces también se agrega a Príapo.
A parte de Ares, Afrodita estuvo involucradaamorosomente con Adonis y a Anquises con quien tuvo a Eneas (héroetroyano y personaje de La Eneida de Virgilio) y a Lirno.
Pero, la diosa fue especialmente conocida por susmaldiciones e iras, pues cuando alguien caía en la desgracia de ofendera la diosa, se condenaba a tormentos terribles. Por ejemplo, castigó ala Aurora con un amor irrefrenable por Orión, ya que había cedido a lasseducciones de Ares. También castigó a todas las mujeres de Lemnos, yaque éstas no la honraban, y las impregnó con un olor insoportable queprovocó que sus hombres las abandonaran. De igual manera castigó a lashijas de Cíniras y las obligó a prostituirse con extranjeros.
Por otra parte, caer en su gracia era igual omás peligroso. Cuando la Discordia lanzó una manzana a la más hermosade las diosas, e hizo que compitieran Afrodita, Palas Atenea y Hera, yZeus decidió que fuera Alejandro (Paris, héroe troyano) el quedefiniera quién era la más hermosa, cada una le ofreció un regalo acambio de que la escogiera. Palas Atenea le ofreció hacerlo invencibleen la guerra, Hera le prometió el reino del universo, y Afrodita lamano de Helena (hija de Zeus y hermana de los Dioscuros), quien era lamujer más hermosa del mundo. Paris eligió a Afrodita y fue por estapromesa que se inició la famosa Guerra de Troya.
Afrodita agradecida con Paris, lo protegiódurante toda la campaña así como a los demás aqueos, incluyendo a suhijo Eneas, a quien logró salvar de la muerte.
Aunque Troya iba a perder la guerradefinitivamente, Afrodita logró rescatar la raza de los aqueos con suhijo Eneas, quien luego viajara a una tierra desconocida donde susdescendientes Rómulo y Remo fundarían Roma.
Así es como para lo romanos Afrodita, Venuspara ellos, fuera su protectora particular y por eso César le levantóun templo bajo la invocación de Venus Madre.
Los animales favoritos de esta diosa eran las palomas, y estas aves arrastraban su carro. Sus plantas eran la rosa y el mirto.

Rocío y Vanesa

viernes, 3 de mayo de 2013

EL CERRO DE LA HORCA
El Cerro de la Horca es un acantilado cuyos pies bañan rugientes las aguas del mar; es apodado así porque se cuenta que en tiempos atrás los indios que vivían en la Fortaleza ajusticiaban en ese lugar a los ladrones, asaltantes, arrojándolos desde la cima hasta el mar. Asimismo, se arrojaban desde allí a los niños que nacían con defectos físicos.
Cuentan los visitantes que se han quedado hasta la noche, que el mar trae lamentos y gritos de bebes, así como los gritos de los justiciados; quienes llegan hasta aparecer y querer rodar al que se encuentra porque quieren vengarse de sus antiguos verdugos.

Publicado por Isabel Mª Blanque y Miriam Rodríguez.

el padre almeida



En esta história se cuenta, como un padre el cual no era precisamente el mejor debido a su mala conducta.

La leyenda cuenta que este padre, todas las noches salía a tomar aguardiente, para salir tenía que subir en un brazo de la estátua de Cristo, pero una noche minetras intentaba salir se dio cuenta que la estatia lo regreso a ver y le dijo:¿Hata cuando padre Almeida? y este le contesto "Hasta la vuelta" y se marcho.

Una ves ya emborrachado, salió de la cantina y se encontraba paseando en las calles de Quito, hasta que pasaron 6 hombres altos completamente vestidos de negro con un ataud, aunque el padre Almeida penso que era un toro con el cual chocó y se desplomo, pero al levantarse regreso a ver en el interior del ataud, y era él, el padre Almeida, del asombro huyo del lugar. Se puso a pensar que eso era una señal y que si seguia así podia morir intoxicado, entonces desde ese día ya no a vuelto a tomar y se nota en la cara de la estatua de Cristo mas sonrriente.
 
 
Vanesa y Rocio

jueves, 2 de mayo de 2013

¿la memoria de los peces dura unos pocos segundos?

La memoria de los peces solo dura unos pocos segundos

Puede que los peces no tengan una memoria como los humanos, pero igual que cada tipo de animal tiene un tipo de memoria diferente, cada tipo de pez tiene un tipo de memoria diferente. No es cierto que los peces en general, olviden lo que ha pasado hace 2 o 3 segundos, de hecho, se puede entrenar peces para hacer determinadas tareas
Con la película “Buscando a Nemo”, esta creencia se agravó gracias a que todo el mundo recuerda lo que le pasaba al personaje de ‘Dori’, que olvidaba lo que le acababa de pasar en el segundo anterior. Pero qué demonios, ¿acaso a Nemo y a los demás peces de la película, les pasaba lo mismo? :P

Ana Belén Amor Garcia

viernes, 26 de abril de 2013

EL MITO DE LA CAJA DE PANDORA





 Cuando Prometeo osó robar el fuego que transportaba el Dios Sol en su carro, Zeus entró en su estado de cólera y ordenó a los distintos dioses crear una mujer capaz de seducir a cualquier hombre. Hefesto la fabricó con arcilla y le proporcionó formas sensuales, Atenea le vistió elegante y Hermes le concedió facilidad para seducir y manipular. Entonces Zeus la dotó la dotó de vida y la envió a casa de Prometeo.

Allí vivía el benefactor de los mortales junto a su hermano Epimeteo que, a pesar de estar advertido de que  Zeus podría utilozar cualquier estrategia para vengarse, aceptó la llegada de Pandora y, enamorándose perdidamente de sus encantos, la tomó por esposa.

Pero Pandora traía algo consigo: una caja que contenia todos los males capaces de contaminar el mundo de desgracias y también todos los bienes. Uno de sus bienes era la Esperanza, consuelo del que sufre, que también permanecía encerrada en aquella caja. Y esque, por aquel entonces, cuentan que la vida humana no conocía enfermedades, locuras, vicios o pobreza, aunque tampoco nobles sentimientos.

Pandora, víctima de su curiosidad, abrió un aciago día la caja y todos los males se escaparon, por el mundo asaltando a su antojo a los desdichados mortales. Cuentan que los bienes subieron al mismo Olimpo y allí quedaron junto a los dioses. Asustada,  la muchacha cerró la caja de golpe, quedando dentro la Esperanza, tan necesaria para superar precisamente los males que acosan al hombre.

Apresuradamente corrió Pandora hacia los hombres a consolarlos, hablandoles de la Esperanza, a la que siempre podían acudir pues estaba a buen recaudo.

Miriam Rodríguez e Isabel María Blanque.

Sirenas



Las sirenas (en griego antiguo Σειρήν Seirến, ‘encadenado’, seguramente inspirado en el sánscrito Kimera, ‘quimera’) son seres fabulosos, originarios de la mitología griega y ampliamente extendidos en las narraciones fantásticas de la literatura occidental, cuya función y representación han variado con el tiempo.
Aunque en su forma original eran seres híbridos de mujer y ave, posteriormente la representación más común las describe como mujeres jóvenes con cola de pez. Es por ello que en muchas lenguas no latinas distinguen la sirena original clásica (inglés siren, alemán Sirene) de la sirena con cola de pez (inglés mermaid, alemán Meerjungfrau).

En la mitología griega, las sirenas son una clase difusa que comprende varios seres que se distinguen por una voz musical y prodigiosamente atractiva; las representaciones artísticas más antiguas, que las muestran como aves con rostro o torso femenino, se deben probablemente a la asociación de las aves con el canto, así como al frecuente uso iconográfico de los seres alados para representar a los espíritus de los muertos. Muchas de las huellas gráficas más tempranas de las sirenas están en monumentos y ofrendas funerarias.
En época preclásica comenzaron ya a identificarse con náyades, y su canción a describirse como un atractivo irresistible que llevaba a la perdición a los marinos. Distintos relatos las hacen descender de los dioses fluviales Aqueloo o Forcis, sea sin intervención femenina o de las musas Estérope, Melpómene o Terpsícore, relacionadas con el canto y con el baile. Su número es también impreciso, contándose entre dos y cinco; los nombres registrados incluyen Agláope, Telxiepia o Telxínoe, Pisínoe, Parténope, Ligeia (empleado luego por Edgar Allan Poe para el célebre cuento homónimo sobre una mujer de mortal belleza), Leucosia, Molpe, Radne y Teles.

Vanesa y Rocío

Vida extraterrestre inteligente


Al hablar de extraterrestres, en seguida nos vienen a la cabeza imágenes de naves espaciales llegando a la Tierra con intenciones hostiles. Quizás se trata todavía de los efectos secundarios causados por la emisión radiofónica de La guerra de los mundos de Orson Welles. Esta imagen suele ignorar las distancias reales en el espacio y hasta qué punto es insignificante nuestro planeta. Pero aunque no sea a través de una visita, hostil o de cortesía, la pregunta también es inevitable. ¿Existen seres inteligentes en algún otro planeta?

Porque ciertamente el hecho de encontrar aunque fuera una única célula de un vegetal extraterrestre representaría toda una revolución. Pero si lo miramos desde un punto de vista social, ¿qué gracia tendría? Si los extraterrestres fueran una cosa parecida a un seta, ¿qué gracia tendría? El gran impacto sería dar con otra cultura, una forma de vida inteligente distinta a la nuestra. Entonces sí, las implicaciones serían inmensas. Podríamos tratar de comunicarnos con ellos o, al menos, detectar sus comunicaciones. Lo más seguro es que no entendiéramos demasiadas cosas, pero al menos sabríamos que están allí. Y esto sería ya muchísimo.

Y para lograr esto se están utilizando todo tipo de estrategias. La más obvia es la de escuchar el Universo con la esperanza de detectar emisiones provenientes del espacio lejano que no puedan ser atribuidas a causas naturales. No es necesario que sean señales enviadas expresamente a nosotros. Hay que pensar que la Tierra está emitiendo muchas señales al espacio, ya que parte de las emisiones de radio y televisión no va de vuelta hacia nuestros receptores, sino que se pierden por el espacio y se alejan de aquí en todas direcciones a la velocidad de la luz.

Ya contamos con programas destinados a escuchar el ruido que hace el Universo. Lo que pasa es que no sabemos ni dónde, ni qué buscar. De manera que se siguen distintas estrategias. Algunos científicos buscan señales provenientes de estrellas que creemos que tienen mayor probabilidad de tener planetas parecidos al nuestro. Otros siguen la estrategia de barrer todo el cielo y analizar metódicamente las señales recibidas a distintas longitudes de onda.

De momento todavía no se ha encontrada nada, salvo alguna falsa alarma. Esto tampoco es sorprendente. Nuestra especie tiene unos cinco millones de años de antigüedad, y hace solo unas pocas décadas que conocemos las emisiones de radio. ¿Qué tecnología deben de utilizar hipotéticas civilizaciones extraterrestres? Es muy posible que para ellos la radio sea una reliquia abandonada desde hace muchos milenios. Esto, sin embargo, no detendrá la búsqueda. Lo que debemos hacer es utilizar siempre la última tecnología conocida. Y cruzar los dedos.


Vanesa y Rocío

jueves, 25 de abril de 2013

El carretón

EL CARRETÓN (Tomado de "Mitos y Leyendas predominantes en el Estado Portuguesa" de Carmen Pérez Montero)

San Miguel de Acarigua, pueblo indígena, fundado el 29 de septiembre de 1620 por Francisco de Hoz  Berrío  en las riberas del río Bocoy, arriba de la sabana de Choro, huyendo a las invasiones continuas de Los Caribes y bajo la orientación del Licenciado Diego de Heredia de Berganciano, su cura doctrinero, en 1645, esta población formada por indios Gallones, fue traslada a la margen izquierda del río Acarigua, en el lugar que aún hoy se denomina Asiento del Pueblo Viejo. En tiempo de lluvias el pueblo sufría de frecuentes inundaciones, lo que obligó al Padre Fernando de Heredia a mudarlo para un lugar que llamaban Araure, donde no existía pueblo alguno, pues la villa que tomó ese nombre fue fundada 1696 por el Misionero Capuchino Fray Ildefonso  de Zaragoza en las inmediaciones de la quebrada de Armo, meses después en 1697 fue mudada, arbitrariamente, por Juan García Campero al margen de la quebrada de Araure, en tierras de San Miguel de Acarigua, destruyendo sus siembras y despertando la ira de los pobladores de este pueblo indígena. De allí ese enfrentamiento que a través de la historia y de manera casi inconsciente han presentado estas ciudades gemelas, como las llaman en la actualidad. Rivalidad que se traduce en comparaciones diarias que hacen tanto acarigüeños  como arureños. Resaltando las bondades de cada pueblo, dejando velar ese resentimiento ancestral que, de acuerdo al nivel cultural y al acentuado localismo que caracterice a los opositores, puede tornarse en riña peligrosa.

EL CARRETÓN
En Acarigua, pueblo hospitalario, con pasado de mudanzas e invasiones, también existen leyendas misteriosas que han vencido al tiempo y aún viven en el recuerdo de algunas de sus víctimas. Sara Marina de Medina, profesora de la Unidad Educativa “Ramón Colmenárez” y Rosa Medina, su cuñada, narraron que una noche, en el año 1958, viviendo ellas en la antigua calle 7de Acarigua, hoy calle 32 y siendo como la una de la madrugada, estaban en la calle, sentadas sobre un medidor de agua, auxiliadas con la luz de un poste del alumbrado público, bordando sabanas (las cuales confeccionaban y vendían a 40 bolívares el juego). Se encontraban conversando animadamente, de pronto el niño pequeño de Sara lloró dentro de la casa y ellas rápidamente recogieron el material y se fueron a la cocina para prepararle el tetero. Inmediatamente sintieron que por la calle pasó algo así como un carro de mula, con ruedas de hierro que sonaban estruendosamente sobre la calle de piedra. Al día siguiente  hicieron el comentario de lo que habían oído y Doña Petra de Parra les dijo: Ese es El Carretón,  el mismo donde llevaban los muertos cuando la fiebre amarilla y como esta es la calle del cementerio, por aquí siempre se escucha.
La difunta Doña María de la Cruz Parra, quien también vivía en la antigua calle 7 de Acarigua, contaba que una noche, como a las doce, estaba ya acostada, oyó el ruido inconfundible de una carreta, pues se oía el traqueteo de sus ruedas de hierro sobre la calle de piedra. Sin temor, sino presa de la curiosidad, se levantó y sin pensarlo mucho entreabrió la ventana y se asomó y por poco cae desmayada cuando vio que sobre un caballo flaco que guiaba la carreta iba sentado un hombre semejante a un esqueleto, desnudo y en posición contraria a la de un jinete normal. Es decir, estaba sentado de frente a la grupa del animal. De allí en adelante, atemorizada no pudo dormir.

Ana Belén Amor Garcia

Un poco de mitología griega médica

Tomado de "Historias curiosas de la medicina" de Jose Ignacio de Arana. "Entre las divinidades relacionadas con la medicina figura en primerísimo lugar Apolo, inventor del arte de curar y médico de los dioses; de ahí que sea también el primero a quien se invoca en el juramento.
Artemisa, que dio su nombre a una planta medicinal, protectora de mujeres y niños pero asimismo diosa de la muerte.
Palas Atenea, diosa tutelar de la ciudad de Atenas y de sus habitantes, a la que se encomendaba todo buen ateniense antes de iniciar cualquier actividad. Y el centauro Quirón, procedente del mundo subterráneo, creador de los medicamentos y maestro de muchos médicos griegos, así como de los héroes de sus epopeyas.
De los personajes humanos o, mejor dicho, semihombres o semidioses, el de más importancia es Asclepio, a quien los romanos latinizaron como Esculapio que quizá nos es más familiar. Homero cita en la Ilíada a un rey de Tesalia llamado Asclepio, cuyos dos hijos, Macaón y Podaliro, son los héroes médicos que acompañan al ejército aqueo durante su asedio a Troya. Pero quizá Homero otorgó ese nombre a su personaje para ponerlo en relación con el Asclepio mitológico.
Como no podía ser menos, el relato del nacimiento de Asclepio está plagado de dioses actuando bajo el efecto de las más elementales pasiones humanas. La mortal Coronis, mujer bellísima, está un día bañándose desnuda en un lago cuando el dios Apolo, que siempre andaba al acecho, como su padre Zeus, de señoras estupendas que se quitasen la ropa, se enamora perdidamente de ella y, sobre la marcha, la deja embarazada.
Pero el padre de Coronis, que ignora lo sucedido, tiene a su hija destinada en matrimonio con un pariente. Coronis acepta el designio de su padre y se casa con el pariente, poniéndole, pues, los cuernos al dios.
El cuervo, que era el animal que informaba a Apolo de las cosas de la tierra, y que entonces tenía el plumaje blanco, vuela a contarle a su jefe el engaño de la amada.
El iracundo Apolo maldice al cuervo, que se torna negro para toda la eternidad; luego mata al pariente de Coronis.
Ya metidos en danza vengadora, Artemisa, hermana de Apolo, mata a flechazos a Coronis y, de paso, a varias amigas que están en ese momento jugando con ella.
Los familiares de Coronis, apesadumbrados por la que les ha caído encima, colocan el cuerpo de la joven sobre la pira funeraria y entonces vuelve a aparecer Apolo, quien extrae del cuerpo muerto a su hijo no nacido, al que pondrá por nombre Asclepio.
Preocupado por el futuro de la criatura, su divino padre le pone al cuidado del centauro Quirón y éste le enseña el arte de curar. Mucho después, ya médico famoso en toda la Hélade, Asclepio no mide su auténtico poder y pretende resucitar a los muertos. El abuelo Zeus, que tenía bastante mal carácter, decide que hasta ahí podíamos llegar y fulmina a Asclepio con un rayo.
A partir de entonces los hombres ascendieron al médico a la categoría de dios olímpico. Esculapio tuvo dos hijas: Higiea, cuyo nombre perdura en la palabra higiene, y Panacea, que ha significado desde entonces la milagrosa medicina capaz de curar todos los males.
Por último, el culto al divino Esculapio se extendió con rapidez por toda Grecia y hasta por las naciones limítrofes y comenzaron a erigirse templos en su honor. La figura del dios se representa siempre llevando en la mano el caduceo, un bastón con una serpiente enrollada en su torno, que ha pasado a ser el símbolo universal de la medicina y de los médicos."

Rocío y Vanesa

El Barco del Arroz

Es muy comun la utilizacion de la expresion “mas perdio que el barco del arroz” en la zona sur de Andalucia en España.
El origen de esta expresion se remonta a una leyenda o en realidad hechos que ocurrieron en Andalucia.
En la decada de 1940 un barco argentino fue enviado a la España de la postguerra para mitigar el hambre de la misma. Este barco iba cargado de arroz para asi aliviar la hambruna que muchos sectores de la poblacion española padecia por aquellos años.
Este barco se llamaba el Alcatraz y nunca llego a ningun puerto andaluz.
Comenzaron a circular rumores o leyendas que indicaban que la tripulacion habia contraido una enfermedad contagiosa y mortal que habia hecho que el barco fuera sin rumbo…..
Tambien se especulo que el barco sufriera la intespestades del mar y se hundiera por un accidente. Hubo quien incluso llego a afirmar que el cargamento fue robado por los mismo tripulantes y vendieron su cargamento a los extraperlistas para su posterior comercializacion en el mercado negro.
Lo unico cierto y contrastado es que ese ansiado barco cargado de arroz nunca llego a ningun puerto español de manera oficial.
De esta leyenda o realidad surgio el refran “mas perdio que el barco del arroz”.

Publicado por Isabel María Blanque y Miriam Rodríguez.

La leyenda del pueblo histórica de Almeida

Pobre Isabel

AlmeidaEsta leyenda se basa en hechos reales notificados por Fernão Lopes en la Crónica del Rey Don Fernando. Elizabeth fue la única hija ilegítima del rey Fernando y el no se sabe quien era la madre. La leyenda narra cómo el rey de Castilla invadió Portugal y como Almeida fue temporalmente entregado a los españoles. Nos cuneta también sobre los matrimonios concertados entre príncipes y princesas...
Y para poner fin a las terribles guerras, el Rey Don Fernando de Portugal y el Rey Don Enrique de Castilla combinaron las transferencias de terrenos (la tierra Almeida incluido) y el matrimonio de sus hijos(ambos bastardos). Ocurre que nuestra princesa tenía tan sólo 8 años y su novio ya había completado 18 años. Fácilmente se entiende porque el Príncipe había quedado tan furioso, con la novia que le había quedado en la suerte. Y le ganó tal aversión, a punto de que su propio padre, el Rey, su padre, lo pusiera de castigo severamente, retirándole privilegios y tierras... Pero Isabel se dirige a Castilla.
La vida en la Corte Castellana era animada e Isabel se encuentra en la Reina Doña Juana Manuel, una natural aliada, puesta esta era hermana de su abuela paterna. La soberana se encanto con la niña y nunca más dejó de protegerla. Mientras tanto pasan los años y un bello día en el palacio de Valladolid, delante toda la corte que se encontraba allí reunida, Doña Isabel (cuentan que con la complicidad de la propia Reina) comenta que ella es hija del Rey de Portugal y que está destinada a casarse con Don Alfonso, el cual no ve motivos para aplazar más el matrimonio, a pesar del desagrado mutuo entre los novios. Ante tal sencillo argumento, siendo muy clara y directa, apuntarle algo sería imposible y se cuenta que Don Henrique Salió de rampante de la sala y mandó a buscar a su hijo para que el matrimonio se realizase. Aún así, el matrimonio solo se celebró 9 meses más tarde en la catedral de Burgos. Cuenta la historia, que Don Alfonso sólo se dignó a pronunciar el espera “si”, cuando vio a su padre a aproximarse, amenazadoramente enfadado. Prosiguió la boda prosiguió y la noche de nupcias, pero con la misma actitud de indiferencia y desprecio. Durante muncho tiempo Doña Isabel sufrió el desprecio del marido. No habrían perfumes, ni adornos, ni lágrimas, ni trajes que convencieran a Don Alfonso a consumar el matrimonio. Hasta que, movida por el desespero, consulta una hechicera, que le manda una receta para preparar una tisana de hierbas, que la propia Doña Isabel tendría que recoger con sus manos. Un año después nacía el primer hijo. Luego después de este, 5 niños más, y por último una niña, el cual la propia Reina le quiso escoger el nombre: Constanza (como no podía dejar de ser)…

Vanesa y Rocío 

jueves, 18 de abril de 2013

La viuda del jamarjndo- guayaquil


LA VIUDA DEL TAMARINDO - GUAYAQUIL
Era un tamarindo antiguo que existía donde era la quinta Pareja. La quinta Pareja quedaba donde es ahora la Clínica Guayaquil. Las calles exactamente creo que son: Tomás Martínez y General Córdova, en esa área. En esa época era una finca. No era una quinta. Se llamaba quinta y era un lugar abandonado y los tunantes, o sea las personas que andaban tras del trago, iban solos, y en camino a casa, veían una mujer vestida de negro que parecía muy bella. En ese tiempo no había pues mayor alumbrado. Entonces el tunante, pues, éste que estaba, perseguía a la viuda ésta, y ésta lo llevaba siempre a un tamarindo añoso. Cuando él llegaba ya casi al pie del tamarindo y luego se volteaba, la viuda se había convertido en una calavera de la muerte! Y cuando el tunante caía, empezaba a echar espuma por la boca. 

Ana Belén Amor Garcia.

jueves, 11 de abril de 2013

El Familiar

EL FAMILIAR
            En el llano portugueseño es común oír hablar del El Familiar que viene a ser aquella figura que El Diablo toma para presentarse en los sitios donde él y los dueños han celebrado algún pacto: “… suele suceder que Satanás se presente en persona o animal desconocido y aun puede ocurrir que lo haga en forma de tronco con las ramas cortadas”. El monje alemán Sufurino que en antiguos pergaminos hebreos advertía  a todas las criaturas del universo de la forma siguiente:
            “Los espíritus diabólicos acostumbran tomar toda clase de formas tanto de personas como de animales. Los más usuales, sin embargo, son las de dragón o de cabra, aunque algunas veces se presentan en forma de gato, gallina, cocodrilo, etc.”
            Sin embargo, sea de la forma que fuere, las narraciones de los portugueseños han dado testimonio de lo que se conoce como “pactos con el Diablo”.
            La señora Aurelia Quintero, habitante de la Aparición de Ospino narró: Cuando yo tenía 9 años vivía con mi hermana Lucía Quintero en Río Claro. Eso era muy solo en ese tiempo, imagínese yo tengo ya 56 años, ella vivía con un señor llamado Antonio Cáceres. Yo apenas estaba aprendiendo a leer las primeras letras. Casi no entendía ninguna lectura, pero yo siempre observaba que en una troja que había en la sala de la casa el señor Antonio guardaba celosamente un libro, el cual revisaba muy a menudo. Muchas veces, estando escondida, lo vi subir por la vieja escalera de madera, quitar unos sacos de fique y de un cajón sacar un libro rojo, grande, “mala comparación”, del tamaño de un Biblia. Un día mi hermana y él se fueron para el pueblo y me dejaron cuidando la niña. Era mediodía. Apenas ellos se fueron me encaramé en la escalera y con mucho temor de que ellos regresaran y pudieran sorprenderme, revisé rápidamente el libro. Me quedé realmente asombrada, porque como un milagro del mismísimo Diablo yo leí, sin vacilar, clarito lo que decía, lo recuerdo como si fuera hoy mismo. Por fuera decía: El Libro Rojo de la Cabra  Infernal y cuando abrí las paginas leí un párrafo  que decía, más o menos así: Para hacer un pacto con el Diablo debe conseguir tres huevos de una gallina negra y llevárselos, cuando sean las doce de las noche para un camino oscuro donde haya muerto alguien y este clavada una Cruz,  allí coloca uno delante de la Cruz y dos detrás… creo que había que llevarse los dos huevos que estaban detrás de la cruz a los siete días y el Diablo le aparecía a uno en forma de gallina negra. Lo cierto es que yo leí rápidamente lo que pude y luego muy asustada por lo que había leído y porque si mi hermana me conseguía revisando ese libro me daba una paliza, lo guardé cuidando de dejar todo como estaba originalmente, sin rastro de mi curiosidad. Ellos no regresaron. En la noche la niña se durmió. Yo me acosté con ella y dejé la lámpara de querosén encendida. Me dormí y ya en la madrugada, no tengo ni idea de la hora, desperté y vi el libro rojo sobre la cama, a mi lado, abierto en las mismas páginas donde había leído el pacto al mediodía, me levante llena de miedo, coloque el libro de nuevo en el cajón, lo tapé con los sacos y no dormí más, pendiente del libro hasta que amaneció. Yo jamás he sido sonámbula y sé que es imposible que con el temor que uno antes tenía yo haya dejado de guardar ese libro. Para mí fue un acontecimiento que nunca me lo he podido explicar.
            En visita a Las Tucuraguas, más allá del Salto del Diablo, distante unos nueve kilómetros de la carretera Panamericana, entre Agua Blanca y San Rafael de Onoto, José Gregorio Vaca nos informa: Estando yo pequeño vivía con mi tío Antonio Vaca y éste le trabajaba un señor llamado Pablo Falcón. Un día Falcón le dijo a mi tío: mire Antonio yo tengo ganas de hacer un pacto con el “Panaquire”, que así también le dicen a Lucifer. Una noche el hombre agarró un machete, un litro de aguardiente y se internó en la montaña. Fue solito. Ese otro día cuando apareció le dijo a mi tío: ya estoy listo, él me dijo que me daba progreso, dinero, salud; pero que le prometiera que al morir, él se haría cargo de mi alma. Yo acepté y entonces me dijo: váyase y cumpla… sabe.
            A los pocos días vino un hombre extraño al lugar y le dió una fortuna a Falcón por unas tierritas peladas que tenia aquí en Las Tucuraguas. Falcón se residenció en Acarigua y fundó una carpintería, donde se dedicaba a hacer guacales. Día a día el hombre se enriquecía y el trabajo aumentaba. De todas partes venían los agricultores a encargarle guacales.
            Falcón se puso millonario y mi tío que trabajaba con él en la carpintería le dijo: Mire Falcón, a mi me da mucho miedo ese pacto que usted hizo. Yo lo voy a dejar solo. Yo no sigo con usted… Falcón se quedó pensativo y a la semana le dijo a mi tío: Antonio yo esta vaina la he pensado mucho y voy  a hablar con el personaje aquel y le voy a decir que yo no sigo en este negocio. Así fue y no pasaron tres meses sin que los hijos de Falcón cayeran presos, la carpintería se quemó, y Pablo Falcón se murió.
            En el fundo El Chaparral, por la vía de la Choconera, en Turén, también existió un señor de apellido Perozo que según, decía la gente del lugar, tenía pacto con el Diablo.
A este ganadero, según los comentarios, Lucifer le mandó un toro negro que era, supuestamente. El Familiar. Ese toro se encargó de recoger todo el ganado suelto que andaba por la sabana. Llegó un momento que el ganado no cabía en los corrales. Un día el dueño del fundo se enfermó y se agravó. La esposa, que desconocía el trato hecho por el hombre, mandó a buscar un sacerdote para que lo confesara y le ayudara a bien morir. Cuentan los testigos que presenciaron el acontecimiento que cuando llegó el sacerdote “El Familiar” saltó la cerca del corral, la cerca de la posesión y se fue camino abierto por la sabana, llevándose tras sí toda la inmensa manada de ganado vacuno.
En Sabana Dulce, Pedro Guédez nos refirió una historia que le contó su abuelo Don Gerónimo Laya y que ocurrió más o menos para el año de 1910, en un fundo propiedad de un señor de apellido Novellino.
Decían los campesinos que ese elemento tenía pacto con el Diablo y que en su hato había un toro blanco (El Familiar) que andaba suelto por la llanura y nunca lo pudieron enlazar, pero en ese hato cada vez aumentaba mas el ganado y todas las semanas sacaban arreos inmensos de animales y el hato igualito, llenos los corrales. Un día el caporal del hato se dispuso, junto con otros peones, a enlazar el toro y cada vez que lo llevaban alcanzado parecía que se elevaba por los aires y se ponía más adelante… más adelante. Llegó un momento en que lo encerraron en una ensenada, todos eran buenos jinetes, llaneros amansadores, sin embargo, el toro desapareció  y apareció en la parte alta, mirando con ojos centelleantes. El caporal no se dio por vencido y con los peones le salió de nuevo al encuentro. El toro embistió al caporal e hirió de muerte al caballo. Cuando el caporal se agachó para tratar de auxiliar al caballo, el toro se paró en dos patas, bufeó muy fuerte, se regresó con los ojos despidiendo candela y corneó al caporal quien cayó al suelo agonizante. Los peones lo llevaron al corredor de la casona donde habitaban los dueños. El caporal pedía agua… agua. Los presentes negaron el agua al moribundo por considerar que era perjudicial debido a la grave herida que presentaba en el abdomen. El hombre murió y cuentan que durante muchos años fue común para los habitantes del hato oír por las noches el trote de un caballo que llegaba al corredor y se escuchaban los pasos hasta el tinajero donde servía el agua en la totuma. Luego se oían las pisadas de las botas de regreso y el pasitrote del caballo al alejarse de la casa. De la familia no se supo más nada, la hacienda se tornó en ruinas y la gente aún sostiene que en Sabana Dulce, en noches de luna clara se ve el toro blanco atravesar la llanura, corriendo como alma que lleva El Diablo.
En Píritu, estando agonizando, desde hacía varios días, el señor Esteban Pérez, cuñado de Don Albino Quintana, conocido comerciante de esa población de los años cuarenta y abuelo del periodista Coromoto Álvarez Quintana y encontrándose  de visita en la casa del enfermo la señora Petra Parada y en presencia de la niña Jovina Quintana (hoy viuda de Álvarez), llego en pleno día, un hombre a caballo, desconocido por todos, bajó de la bestia y entró al corredor de la casa, sin decir absolutamente nada, pasó a la habitación del moribundo, lo observó y de la misma forma como llegó, salió. Esa misma tarde Esteban Pérez dejo de existir. Después se regó como pólvora entre el pueblo piriteño el comentario de que éste hombre tenía pacto con El Diablo.
El señor Baudilio Mendoza, de 83 años de edad, residenciado en Palo Alzao, caserío ubicado cerca de Biscucuy, nos informó: se puede recibir beneficios de El Diablo sin necesidad de pactar con él, prueba de ello es la magia de las habas. Trato que uno hace sin correr ningún riesgo. Este trato se hace así: se mata un gato negro, un día sábado  cuando suene la primera campanada de las doce de la noche, se le mete un haba en cada ojo, otro debajo de la cola y una en cada oído. Luego se entierra en un solar desocupado que esté cercano a la casa y se le cubre de tierra, después se riega todas las noches con poco agua cuando sean las doce, hasta que las habas hayan brotado y estén maduras. Cuando esto sucede se corta la mata se lleva para la casa y se ponen las habas a secar para cuando llegue el momento de usarlas.
Una haba metida en la boca tiene la propiedad de hacer invisible a la persona. Manteniéndola apretada con el dedo del corazón de la mano izquierda se puede llamar a El Diablo y éste se presentará para ponerse incondicionalmente a las órdenes de quien posee el haba.
Se debe tener presente que por las noches cuando se van a regar las matas, se aparecen muchos fantasmas y manifestaciones extra-sensoriales para asustar al interesado. Eso es normal, pues al demonio no le gusta servir sin que haya mediado un trato, donde esa persona le haya entregado el alma. Es recomendable no asustarse y al llegar al lugar donde este enterrado el gato negro ponerse de rodillas, hacerse la señal de la Cruz y rezar un credo.
Se comenta que en Portuguesa cualquier persona que desee superarse económicamente puede venderle un familiar o un amigo a Lucifer sin necesidad de que la persona vendida tenga conocimiento del negocio realizado.

Ana Belén Amor Garcia

    Ares (El Dios de la guerra)




Según cuenta la mitología griega, Ares era hijo de Zeus y Hera, por tanto dios e inmortal, y pronto se proclamó como dios de la guerra. A pesar de ser inmortal sí que sentía dolor, (sus gritos podían oírse desde el más alejado de los confines), y cuando se encontraba herido siempre buscaba el poder sanador de su padre, el gran Zeus. Sin embargo, éste lo despreciaba por su fanfarronería violenta y su sed de sangre.
Ares
Entre sus luchas a muerte, (en las que siempre se presentaba con su coraza, su escudo, su lanza, su espada y su casco), podemos citar la que concluyó con la muerte de Halirrotio, hijo de Poseidón, el cual había osado violar a Alcipe, hija de Ares, a manos de éste. Tras esta muerte se produjo el primer juicio de la historia por asesinato en el que Ares salió absuelto.
Compañeros de aventuras de Ares, fueron su hermana Eris, (también conocida como Éride, la Discordia), y sus vástagos Fobos y Deimos, (Terror y Temor, hijos nacidos de la diosa Afrodita). También Enio, la conocida como “Destructora de ciudades”, solía acompañarlo. Padre de las Amazonas, su residencia estaba establecida en Tracia.
Curiosa es la leyenda que cuenta que cierto día dos gigantes, que por cierto eran gemelos, llamados Oto y Efialtes, pretendieron hacerse con el control del Monte Olimpo y como primer paso, secuestraron a Ares y lo introdujeron encadenado en una vasija de bronce impidiéndole salir de ella durante trece largos meses. Para conseguir su liberación, la diosa Artemisa prometió yacer junto a Oto, pero entonces Efialtes se enfadó preso de la envidia y se enfrentó a su hermano. Aprovechando el momento de confusión, Artemisa se convirtió en cierva para escapar y pasó entre los dos, los hermanos le lanzaron sus lanzas afiladas para cazarla y terminaron matándose el uno al otro.
En otra ocasión, mientras Ares copulaba con Afrodita, (engendró a Eros), el dios de la guerra encomendó al inexperto Alectrión la guarda y custodia de la puerta para que nada ni nadie entrase, pero he aquí que éste se durmió en la guardia y Helios, el dios Sol, se coló en la estancia. Desde entonces, Alectrión, al que Ares convirtió en gallo, canta cada mañana cuando el sol aparece por el horizonte.
Ares, dios Olímpico, no es recordado precisamente por sus hazañas, como se puede ver, sino más bien por su ansia eternamente insatisfecha de violencia y muerte y por lo mal parado, herido y humillado que solía terminar en las trifulcas en las que se metía.



Publicado por Miriam e Isabel.


Mitos de España

Desde hace meses recorre España una idea que, a fuerza de ser repetida, puede llegar a convertirse en leyenda, en una falsa leyenda. En esta España nuestra somos muy propensos a ensalzar las cosas hasta límites insospechados y a denostarlas a renglón seguido. Durante años, al valorar la forma en que se produjo la transición en España de la dictadura a la democracia había práctica unanimidad en afirmar que el proceso había sido modélico. Dentro y fuera de España se han ensalzado las virtudes del cambio que selló el reencuentro entre todos los españoles tras la férrea dictadura en que concluyó el acontecimiento más terrible de nuestra historia contemporánea: la Guerra Civil.
Previamente a la aprobación de la Constitución de 1978, se aprobó la Ley de Amnistía de 1977. La Ley se aprobó por 296 votos favorables, sólo Alianza Popular se abstuvo. El discurso que más conmovió, por su simbolismo, fue el del diputado comunista Marcelino Camacho, cuyo grupo había sido el autor de la propuesta. Camacho defendió con emoción el texto, argumentó que era el inicio de la reconciliación nacional y que ese era el único camino que podía cerrar un «pasado de guerras civiles y de cruzadas». «Queremos abrir -afirmó- la vía a la paz y a la libertad». Él mismo se había preguntado: «¿Cómo podríamos reconciliarnos los que nos habíamos estado matando los unos a los otros, si no borrábamos ese pasado de una vez para siempre?».
Por ello, no deja de sorprenderme que 33 años después de que esa Ley, promovida por la izquierda parlamentaria y reivindicada en las manifestaciones de aquellos años, se califique hoy como una ley que quiso imponer un proceso de amnesia colectiva que permitiera cubrir con el manto del olvido los crímenes del franquismo. Estas afirmaciones han arreciado sobre todo con el tratamiento judicial del que ha sido objeto el juez Garzón. Algunos políticos que vivieron la transición e historiadores, como Santos Juliá, han desmentido rotundamente que dicha ley quisiera imponer «la tiranía del olvido».
Considero que no es acertado intentar reescribir la historia sólo para sostener posturas parciales e interesadas que se alejan de la verdad. Nuestra Guerra Civil no puede olvidarse porque es nuestra historia, la de unos y la de otros, y hay que conocerla en su inmensa crueldad, pero sostengo que ello no puede determinar ni lastrar nuestro futuro. Creo, como Santos Juliá, que «si cada cual, a la muerte de Franco, hubiera puesto encima de la mesa su puñetera verdad, es posible que todos nos hubiéramos ido a hacer puñetas dejando como única herencia el lamento por otra gran ocasión perdida». En esta polémica ha terciado recientemente el nieto de Gregorio Marañón que, exaltando el proceso de consenso y acuerdo que presidió la transición democrática en España, afirma que hace falta más sabiduría y coraje políticos «para negociar y pactar que para intentar aniquilar, aunque sólo sea políticamente al adversario». Esta capacidad de apretar la mano del otro para certificar el acuerdo alcanzado, esa forma de unirse para afrontar conjuntamente el futuro fue sin duda la grandeza de nuestro proceso democrático. Por ello creo, sinceramente, que no es bueno alimentar el fantasma de que la transición fue construida sobre la inmundicia del olvido; muy al contrario, considero que en estos tiempos también difíciles no estaría de más evocar siquiera sea de vez en cuando, el espíritu de pacto y consenso que presidió aquellos años y que alumbraron el período histórico de mayor consolidación de las libertades públicas y de los derechos sociales que jamás ha conocido nuestra historia.
 
 
 
Vanesa Rubio Capitán y Rocío Moreno Moreno.

viernes, 5 de abril de 2013

La cochina paría de la plaza Bolívar

Entre una de las mas famosas leyendas urbanas, se encuentra la de la leyenda de la marrana paría. Se habla que por espacio de muchos años existió en la Plaza Bolívar una frondosa y hermosa ceiba, cuya plantación se le atribuyó al Padre Esteller, sin embargo, cuenta el señor Humberto Gallegos, cronista de Píritu, que luego se confirma que cuando el sacerdote llegó a esta población el árbol ya estaba plantado.
     Relata Gallegos,  que la ceiba en donde ahora está la estatua de El Libertador, tenía un hueco y cuenta la leyenda que a partir de las nueve de la noche como no había luz eléctrica, la gente temía pasar por ahí, porque del orificio del árbol salía una cochina con unos cochinitos, por eso se llamaba la cochina paría, las personas temerosas huían del animal y cuando miraban hacia atrás se había aparecido con dos cochinitos mas, cada vez que se  volteara los pequeños animalitos se multiplicaban.
     Asegura el cronista de Píritu, que la gente le tenía pavor a esa cochina todo el tiempo, de igual forma cuenta que existen innumerables anécdotas, pero quizás la mas resaltante fue la que ocurrió a un peón de la familia de Don Ramón Gómez, a quien cariñosamente llamaban el Negro Felipe.
     Relata la historia, que este trabajador venía por la plaza y se sintió perseguido por la cochina y llegando a la casa de la mencionada familia se colgó de la ventana y empezó a gritar, los Gómez reconocieron la voz del Negro Felipe y salieron a ver que sucedía, encontrándose al susodicho encaramado en la ventana y vociferando que la cochina lo estaba persiguiendo, por supuesto los Gómez no vieron nada, pero el peón aseguraba que había visto a la cochina paría.


Vanesa y Rocío.

La cochina paría de la plaza Bolívar

Entre una de las mas famosas leyendas urbanas, se encuentra la de la leyenda de la marrana paría. Se habla que por espacio de muchos años existió en la Plaza Bolívar una frondosa y hermosa ceiba, cuya plantación se le atribuyó al Padre Esteller, sin embargo, cuenta el señor Humberto Gallegos, cronista de Píritu, que luego se confirma que cuando el sacerdote llegó a esta población el árbol ya estaba plantado.
     Relata Gallegos,  que la ceiba en donde ahora está la estatua de El Libertador, tenía un hueco y cuenta la leyenda que a partir de las nueve de la noche como no había luz eléctrica, la gente temía pasar por ahí, porque del orificio del árbol salía una cochina con unos cochinitos, por eso se llamaba la cochina paría, las personas temerosas huían del animal y cuando miraban hacia atrás se había aparecido con dos cochinitos mas, cada vez que se  volteara los pequeños animalitos se multiplicaban.
     Asegura el cronista de Píritu, que la gente le tenía pavor a esa cochina todo el tiempo, de igual forma cuenta que existen innumerables anécdotas, pero quizás la mas resaltante fue la que ocurrió a un peón de la familia de Don Ramón Gómez, a quien cariñosamente llamaban el Negro Felipe.
     Relata la historia, que este trabajador venía por la plaza y se sintió perseguido por la cochina y llegando a la casa de la mencionada familia se colgó de la ventana y empezó a gritar, los Gómez reconocieron la voz del Negro Felipe y salieron a ver que sucedía, encontrándose al susodicho encaramado en la ventana y vociferando que la cochina lo estaba persiguiendo, por supuesto los Gómez no vieron nada, pero el peón aseguraba que había visto a la cochina paría.


Vanesa y Rocío.

viernes, 15 de marzo de 2013

Leyendas de amor






Según la historia, que se cuenta desde antes que el niño se hiciera hombre, y el hombre anciano.

El sol y la luna eran, dos enamorados, dicho amor no tenia condición alguna pues era en esencia puro y benigno.

Como ocurrió todo? Como se hizo fuerte dicho amor?; son enigmas que pues nadie sabia con certeza la respuesta, Unos decían que fue amor a primera vista, otros que fue producto de que se conocieron de niños y cuando se hiciera adolescentes se enamoraron, y los últimos decían que no se conocían mas que por leyendas y por mensajes que les llevaba el viento.

Y fue a si como Afrodita, la diosa de la belleza y el amor, sintió celos que una pareja de mortales pudiese sentir tan grande amor.

Y entonces decidió demostrar que el amor de dichos humanos no era tan grande, para lo cual bajo del Olimpo, y se presento frente al mancebo, con toda su belleza, y haciendo gala de su máximo poder de seducción, poder tal que ninguna mujer puede manejar también como ella.

Pero ante la sorpresa de Afrodita, el mozo, puesto en pie le dijo, mi señora se que sin duda usted a de ser la mujer mas bella que existe, y su dulzura mayor que la de cualquier ser mundanal.

Pero mi corazón solo es de luna, mi amada mujer, Pues para mi ella es mas deseable mas que Oro refinado. Dulce que la miel y de miel que destila del panal.

Entonces Afrodita indignada al no poder tentar al Hombre y darse cuenta que su amor superaba incluso a los dioses.

Ordeno separarles para siempre.
Y a si mando al hombre a que solo saliera en día y a la mujer de noche de esta manera nuca se encontrarían y ese amor se agotaría.

Sin embargo, dicho amor nunca se termino y entonces llego la bendición de Zeus el cual no pudiendo deshacer la orden de Afrodita, le dio una posibilidad, y le dijo al hombre que cuando quisiere ver a su amada debía esforzarse al máximo y entonces podría ver el borde del rostro de su amada.

Desgonces en los días cuando la temperatura es alta, es que el sol brilla con toda su intensidad, entonces se puede ver la silueta de la luna en horizonte.

Y no es otra cosa que el Sol que quiere mirar desde lejos a su amada Luna.

Dios Eros

Eros es el dios del amor. En un principio se consideraba nacido a la par de Gea y del Caos. También se piensa que nació del Huevo Original engendrado por la Noche, cuyas dos mitades al romperse formaron el cielo y la tierra respectivamente.
Otras versiones que insistían en verlo como un dios menor, y que le quitaban el simbolismo de cohesión interna del cosmos, apuntaban que Eros era un genio intermediario entre los hombres y los dioses, y que había nacido de Poros (el Recurso) y Penía (la Pobreza). Se caracteriza por ser una fuerza inquieta e insatisfecha.
La tradición más aceptada y difundida establecía que era hijo de Afrodita (diosa del amor) y de Hermes (mensajero de los dioses). Gracias a los poetas clásicas Eros adqurió su fisonomía más conocida que es la de un niño alado, que se divierte llevando el desasosiego a los corazones.
Sin embargo, se ha descubierto que hay diversas genealogías para este dios. A veces se le tiene por hijo de Hermes y Artemisa Ctonia, o bien de distintas Afroditas. Así habría un Amor, hijo de Hermes y Afrodita Urania, Anteros -amor contrario o recíproco- hijo de Ares (dios de la Guerra) y Afrodita (hija de Zeus y Dione). Otro sería hijo de Hermes y Artemisa (hija de Zeus y Perséfone) y es este el que se identifica más con el tradicional niño alado.
Puede ser según ciertas representaciones que los inflame con la llama del amor, o que los hiera con las flechas. Pero por más ingenua que sea su apariencia, se adivina en el fondo al dios poderoso y grande. Su madre le tiene muchas consideraciones y cierto temor.
Una de las historias más conocidas y además muy romántica donde interviene Eros, es en la que se enamora de la mortal Psique, y de cómo pierde a su amada y luego la recupera, casándose con ella.
En ocasiones, se le llama Amor o Amores, y su versión latina es conocida como Cupido.

El venado de piedra

EL VENADO DE PIEDRA

Caminaba días con la ilusión ingenua de   Encontrar el venado blanco con la caramera de catorce puntas, tan encantado y pleno de magia, que para matarlo   se necesitaba un cuchillo con la cruz labrada a cuchillo y cera  Bendita de una vela de Semana Santa. 9.

Serapio Argüelles, un campesino de Motañuela, caserío ubicado detrás de Tapa de Piedra, por la vía de Barquisimeto narró: Una noche me fui a cazar con un compadre mí llamado Nicolás Cedeño, de Acarigua, por los alrededores de la represa de Las  Majaguas y cuando ya estábamos internados en la montañita, nos salió un venado grande y cuadrado, bien jamao. Yo le dije a mi compadre, que es mejor tiro que yo: Zámpale, compa…que no se vaya. Mi compadre se asentó la escopeta en el hombro y al mismo tiempo que él se acomodó pa` echale plomo al bicho, éste se paró frente a nosotros y se quedó mirando con ojos muy extraños, parecían centellas. Los dos nos miramos con temor y el venado duró buen  rato parado sin que mi compadre pudiera dispararle. Luego se desapareció sin verlo correr, ni el rumbo que cogió. Ahí mismito, frente a nosotros. Inmediatamente, muy asustados, nos regresamos para la casa.
Los cazadores siempre han sido presa de espantos y aparecidos que, supuestamente, custodian las reservas naturales de la tierra. El señor Francisco Sivira nos narró una experiencia que le sucedió en sus años de adolescentes:
Nosotros, Silvestre, Oswaldo y Arístides Bracho, una hermana de ellos llamada Alejandra, Pedro Jiménez y yo, estando muchachos, nos gustaba mucho la cacería y siempre acostumbrábamos hacerle trampa a los animales.
Una vez, aquí en Caramacate, todo esto era posesión de mí papá. Los muchachos se vinieron a quedar un tiempo con nosotros, entonces nos pusimos de acuerdo y preparamos 18 trampas cada uno hizo tres, porque hasta la muchacha hizo las de ella. Se trataba De un hueco como de un metro de hondo, los cuales tapábamos con bejucos y hojas secas. Todos los días al levantarnos salíamos a  revisar las trampas y siempre caían picures, conejos, cachicamos, rabipelados y hasta lapas. Una mañana como a las once, estábamos revisando las trampas y todas estaban vacías. En la penúltima   conseguimos una mapanare enrollada y en la última un picure.
Oswaldo gritó: Aquí esta uno y una voz que venía por dentro de la  tierra como desde la primera trampa respondió con tono  espeluznante: Aquí esta otro. Todos salimos corriendo para la casa y hasta la fecha, ya tengo 64 años y no he vuelto a cazar con trampas.

El mito de Al Andalus

Dentro de los recientes debates que han sacudido Estados Unidos sobre la conveniencia de colocar una mezquita o centro cultural islámico cerca de la "zona cero" de Nueva York (objeto de los atentados del 11-S de 2001), pocos se han parado a pensar por qué ese centro cultural iba a tener un nombre tan rotundamente español como Casa de Córdoba. Y es que la historia de Al Andalus ( o su mito renacido a partir del siglo XIX como paradigma de tolerancia entre religiones y de elevada cultura) tiene todavía hoy una gran fuerza
También es interesante destacar las referencias - un tanto inquietantes- a Al Andalus entre el islamismo más radical, entendido como una región perdida ante los cristianos.
Hasta el propio presidente de los Estados Unidos, Barak Obama, citó en El Cairo la historia de Al Andalus como ejemplo de convivencia entre culturas

Para tratar este tema - que trabajaremos en clase pero que se puede comentar también en el blog- os propongo algunas lecturas: una, surgida tras el 11-S, con una visión sumamente reposada del tema; una visión más negativa desde este artículo del diario Ya

viernes, 8 de marzo de 2013

La jineta sin cabeza

En San Carlos, cuando transcurría la Guerra de Independencia y antes de la masacre que acometiera el sanguinario caudillo realista Domingo Monteverde, sucedió un presagio maligno que alteró el ánimo de los defensores de la ciudad. Por aquella época, la situación en todo el país, era angustiosa. Venezuela lucía un aspecto postrado y sin esperanza, en un estado de miseria que cada día se acentuaba más y más. Pero, en San Carlos, como siempre, todas las cosas pasan al revés. Los residentes, fieles a sus costumbres organizaron fiestas en honor a la Virgen del Carmen, esta vez, con el encargo de salvar su querida ciudad.
Don Carmelo Herrera, jefe de las fuerzas patrióticas del lugar, tenía una esposa, Mercedes, quién, según los pobladores de este paraje, resultó ser muy agraciada: de buen corazón, cuyo andar enloquecía a los hombres y opacaba a las demás mujeres. Herrera, fue conocido por ser un hombre duro, soberbio y calculador, al que poco le importaba el sufrimiento o la felicidad de otros, incluyendo las tropas a su mando: todo debía hacerse cuándo y cómo él lo dijera. Contaba con ágiles ayudantes, entre ellos, el joven teniente Eliseo, su hombre de confianza y su mano derecha.
Se cuenta que el teniente Eliseo era una persona muy aislada, seria, poco conversadora y que parecía llevar una carga muy grande en su conciencia, que no lo dejaba permanecer tranquilo, por lo triste y, a la vez, lo desafiante de su mirada.
Eliseo, además de teniente de las fuerzas patrióticas de Herrera, resultó ser un gran un gran exponente del deporte más practicado para el momento: “El Coleo”. El sábado de toros coleados dedicados a la Virgen del Carmen, fue su última victoria. Asistieron todas las personalidades importantes del lugar, entre ellas, el general Herrera y su hermosísima esposa, dueños de diferentes fincas, hatos y negocios productivos para la región, dando empleo a un sin número de coleadores, como era el teniente Eliseo.
Serían, aproximadamente, las dos de la tarde, hora en la que debía iniciarse el primer turno, los coleadores comenzaban a prepararse para su faena. Todo el pueblo estaba pendiente de sus actuaciones. En su casa, el general Herrera le ordenaba al teniente Eliseo escoltar a su esposa Mercedes hasta donde ella pudiera mirar con comodidad aquellos juegos. En el trayecto, ella tuvo la osadía de decir en voz alta:
– ¡Teniente, qué guapo que está hoy!
El teniente bajó la cabeza y sin palabra alguna inclinó la mirada hacia ella, y con gesto de vergüenza le dijo:
–Esto, no puede ser...
– ¿Por qué no? Sabes que nos amamos hace años, aunque no tengas el valor de decirlo...- le contestó Mercedes.
-Tú sabes que me debo a tu marido. Le replicó el teniente.
Mercedes, al oír las duras palabras de Eliseo, se dispuso a permanecer en silencio, queriendo expresar así, su contrariedad ante el hombre a quien amaba. Al llegar al lugar de la competencia, Eliseo, dejó a Mercedes en la tribuna y buscó su caballo, para entrar en acción.
Pasadas las intervenciones de todos los coleadores, el pregonero de la fiesta anunciaba el ganador del primer lugar: el teniente Eliseo, de maravillosa actuación. Cuando el vencedor recibía su premio, observó en la distancia la discusión entre el general Herrera y Mercedes, puesto que ella deseaba retirarse del evento y este alegaba que debía estar allí en todo minuto a su lado. Eliseo dejó olvidado su homenaje dirigiéndose al lugar de los hechos, en donde quiso interponerse para evitar que el altercado se prolongara y trajera graves consecuencias, pero, esto no sirvió de nada, porque la furia invadía cada vez más a Herrera, al punto de pretender golpear a la débil dama. Eliseo se armó de valor y decidió impedir que su jefe, al que tanto respetaba, lastimara a la mujer dueña de su corazón y fue entonces cuando se interpuso en medio de los dos y mirándole a la cara con gesto desafiante le dijo:
– ¡No se atreva a lastimarla!
El General aturdido por tono de voz con el que le hablaba y por la intromisión a un problema ajeno a sus atribuciones le respondió:
– ¿Qué es lo que te pasa, Eliseo? ¡Acaso te volviste loco! ¿Por qué te metes es esto?
-No me pasa nada, mi general, sólo que no voy a permitir que maltrate a la mujer a la que tanto quiero y he querido desde siempre. Alegó Eliseo.
–Te has atrevido a traicionarme y pagarás por eso, infeliz. Vociferó Herrera.
–Si es así, asumo las consecuencias. Respondió Eliseo y se dirigió a Mercedes diciéndole:
-Volveré por ti amada mía...
Eliseo montó en su caballo y sin mirar atrás se dio a la huida. Herrera, desconcertado y furioso, por lo sucedido, ordenó a un grupo de sus soldados perseguir al hombre que lo había traicionado y les mandó traer la cabeza de Eliseo, para corroborar su muerte. El grupo, pesaroso, salió en la búsqueda de su otrora teniente, para cumplir el mandato del general. Galoparon sin parar durante dos días y tres noches, hasta que encontraron evidencia del rastro del teniente.
Mientras los soldados iban tras Eliseo, éste cabalgaba con más fuerza para escapar de la muerte, estuvo escondiéndose en Tinaco y en Laya donde pasó muchos trances y peligros, pero no se rindió ante nada y siguió su rumbo. Finalmente, los soldados lograron descifrar la huida de Eliseo y fue entonces cuando decidieron tenderle una emboscada llegando a El Pao. Allí esperaban a Eliseo, quien se acercaba cada vez más a lo que sería su fallecimiento.
Aproximadamente a las seis de la tarde, los perseguidores lo detectaron. El sargento que los comandaba, ordenó a uno de sus soldados esperar el paso de Eliseo, cuando éste pasó por el lugar, el machete silbó, y de un solo tajo fue decapitado. La cabeza voló y cayó a unos siete metros del lugar, el caballo se encabritó y, en una última acción refleja, el cuerpo del descabezado se posesionó del cabalo, afirmándose en los estribos y sus manos aferradas a las riendas del castaño, que emprendió veloz carrera hacia el lugar donde había venido, poseído por la fuerza del fallecido Eliseo.
Los soldados al ver tal acontecimiento se quedaron perplejos y horrorizados durante unos minutos, pasado este tiempo el sargento dispuso recoger la cabeza de Eliseo para llevársela al general Herrera y así demostrarle el cumplimiento de su mandato. Ellos llegaron a la conclusión que más adelante se encontrarían con el cuerpo, pero ni el caballo ni el cuerpo encima del decapitado, pudieron encontrarse jamás.
Los soldados se dirigieron al aposento de su jefe para contarle todo lo acontecido, allí fue grande su asombro, pues encontraron al general tendido en el suelo y con poca respiración, los soldados le prestaron auxilio y lograron estabilizarlo. Al rato, Herrera, logró volver en sí y entonces contó lo que había presenciado.
– ¡Lo vi! Exclamó, Herrera, con las palabras entrecortadas y un tono tembloroso.
– ¿Qué vio, mi general? Decían los hombres.
– ¡Cuéntenos! Dijo el sargento. Herrera comenzó su narración:
–Estaba caminando cerca de la plaza cuando, de pronto, sentí el galopar de un caballo y voltee, así fue como miré una especie de neblina densa, sentí un escalofrió tan enorme que la piel se me puso de gallina, hasta se me heló la sangre y fue entonces cuando presencié que, a lento paso, como buscando que yo mirara atentamente, al caballo de Eliseo con éste cabalgando sobre su lomo, pero lo macabro de la visión era que el animal lo conducía un descabezado.
–Mi general, fue cierto lo que vio, porque nosotros, acá traemos la cabeza del fugitivo. Le explicó el sargento a cargo de la misión.
Herrera entró cayo en undesconcierto en el que reía sin parar; la noticia lo había trastornado, en aquel momento optó por tomar la cabeza de Eliseo y llevársela a su esposa Mercedes, a la que tenía encerrada en su cuarto, para que no escapara en busca de Eliseo. Cuando el general llegó a la habitación le lanzó a sus pies la cabeza de su amado y ésta horrorizada se tendió en llantos de sufrimiento por la perdida de su gran amor y pidió que al menos se le diera sepultura a la cabeza de Eliseo, puesto que, su cuerpo no tenía paradero.
Al día siguiente, los realistas, finalmente, tomaron San Carlos y lo arrasaron casi por completo, al tiempo que Mercedes, consiguió la resignación que su alma necesitaba, quitándose la vida. Herrera, luego de haber abandonado su puesto de combate y sobrevivir cobardemente, se volvió loco buscando el cuerpo de Eliseo, porque supuestamente él, le salía todas las noches y no lo dejaba vivir en paz.
Cuentan los viejitos del pueblo que Eliseo, se convirtió en una leyenda de terror y que todos los años, en las festividades en honor a la Virgen del Carmen, él cabalga las llanuras de San Carlos, en busca de su cabeza y de un amor prohibido que lo arrastra con su montura, sin descanso alguno hacia las calles de un interminable infierno.