viernes, 5 de abril de 2013

La cochina paría de la plaza Bolívar

Entre una de las mas famosas leyendas urbanas, se encuentra la de la leyenda de la marrana paría. Se habla que por espacio de muchos años existió en la Plaza Bolívar una frondosa y hermosa ceiba, cuya plantación se le atribuyó al Padre Esteller, sin embargo, cuenta el señor Humberto Gallegos, cronista de Píritu, que luego se confirma que cuando el sacerdote llegó a esta población el árbol ya estaba plantado.
     Relata Gallegos,  que la ceiba en donde ahora está la estatua de El Libertador, tenía un hueco y cuenta la leyenda que a partir de las nueve de la noche como no había luz eléctrica, la gente temía pasar por ahí, porque del orificio del árbol salía una cochina con unos cochinitos, por eso se llamaba la cochina paría, las personas temerosas huían del animal y cuando miraban hacia atrás se había aparecido con dos cochinitos mas, cada vez que se  volteara los pequeños animalitos se multiplicaban.
     Asegura el cronista de Píritu, que la gente le tenía pavor a esa cochina todo el tiempo, de igual forma cuenta que existen innumerables anécdotas, pero quizás la mas resaltante fue la que ocurrió a un peón de la familia de Don Ramón Gómez, a quien cariñosamente llamaban el Negro Felipe.
     Relata la historia, que este trabajador venía por la plaza y se sintió perseguido por la cochina y llegando a la casa de la mencionada familia se colgó de la ventana y empezó a gritar, los Gómez reconocieron la voz del Negro Felipe y salieron a ver que sucedía, encontrándose al susodicho encaramado en la ventana y vociferando que la cochina lo estaba persiguiendo, por supuesto los Gómez no vieron nada, pero el peón aseguraba que había visto a la cochina paría.


Vanesa y Rocío.

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