jueves, 25 de abril de 2013

La leyenda del pueblo histórica de Almeida

Pobre Isabel

AlmeidaEsta leyenda se basa en hechos reales notificados por Fernão Lopes en la Crónica del Rey Don Fernando. Elizabeth fue la única hija ilegítima del rey Fernando y el no se sabe quien era la madre. La leyenda narra cómo el rey de Castilla invadió Portugal y como Almeida fue temporalmente entregado a los españoles. Nos cuneta también sobre los matrimonios concertados entre príncipes y princesas...
Y para poner fin a las terribles guerras, el Rey Don Fernando de Portugal y el Rey Don Enrique de Castilla combinaron las transferencias de terrenos (la tierra Almeida incluido) y el matrimonio de sus hijos(ambos bastardos). Ocurre que nuestra princesa tenía tan sólo 8 años y su novio ya había completado 18 años. Fácilmente se entiende porque el Príncipe había quedado tan furioso, con la novia que le había quedado en la suerte. Y le ganó tal aversión, a punto de que su propio padre, el Rey, su padre, lo pusiera de castigo severamente, retirándole privilegios y tierras... Pero Isabel se dirige a Castilla.
La vida en la Corte Castellana era animada e Isabel se encuentra en la Reina Doña Juana Manuel, una natural aliada, puesta esta era hermana de su abuela paterna. La soberana se encanto con la niña y nunca más dejó de protegerla. Mientras tanto pasan los años y un bello día en el palacio de Valladolid, delante toda la corte que se encontraba allí reunida, Doña Isabel (cuentan que con la complicidad de la propia Reina) comenta que ella es hija del Rey de Portugal y que está destinada a casarse con Don Alfonso, el cual no ve motivos para aplazar más el matrimonio, a pesar del desagrado mutuo entre los novios. Ante tal sencillo argumento, siendo muy clara y directa, apuntarle algo sería imposible y se cuenta que Don Henrique Salió de rampante de la sala y mandó a buscar a su hijo para que el matrimonio se realizase. Aún así, el matrimonio solo se celebró 9 meses más tarde en la catedral de Burgos. Cuenta la historia, que Don Alfonso sólo se dignó a pronunciar el espera “si”, cuando vio a su padre a aproximarse, amenazadoramente enfadado. Prosiguió la boda prosiguió y la noche de nupcias, pero con la misma actitud de indiferencia y desprecio. Durante muncho tiempo Doña Isabel sufrió el desprecio del marido. No habrían perfumes, ni adornos, ni lágrimas, ni trajes que convencieran a Don Alfonso a consumar el matrimonio. Hasta que, movida por el desespero, consulta una hechicera, que le manda una receta para preparar una tisana de hierbas, que la propia Doña Isabel tendría que recoger con sus manos. Un año después nacía el primer hijo. Luego después de este, 5 niños más, y por último una niña, el cual la propia Reina le quiso escoger el nombre: Constanza (como no podía dejar de ser)…

Vanesa y Rocío 

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