jueves, 8 de noviembre de 2012

La piedra caballera

                                      La piedra caballera

Dicen de cinco amigos, de los cuales el más pequeño era Antonio, que subieron a la Piedra Caballera el 23 de octubre de 1935 y se perdieron a las doce de la madrugada. Los cinco amigos encontraron una manzana y se la comieron. Por la mala suerte, resultó que la manzana estaba mala porque un hongo mortal se había plantado en ella. Al amanecer no quedaron ni los cuerpos. La cosa no se sabía en el pueblo, pero la madre del pequeño Antonio subió preocupada a buscarle y dijo: 'Antonio... Antonio' y todos los años a las doce del 23 se escucha: 'Antonio... Antonio...'.»

  • Dicen dos coplas moralas:

    Navalmoral de la Mata
    es un pueblo de primera
    que tiene por monumento
    a la Piedra Cabellera


    y

    Tenemos un monumento,
    que es la Piedra Caballera,
    y el que no lo crea así
    es que no entiende de piedras.


    Aunque no se trate de la octava maravilla del mundo, a los moralos nos da mucho juego, sea para ir a merendar a sus lomos o para rastrear lupa en mano presuntas  inscripciones o dibujos prehistóricos (también los hay, ay, que, con mentalidad troglodítica, se van a merendar y dejan, spray en mano, sus propias inscripciones conmemorativas).

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